La alergia es una respuesta exagerada del sistema inmunológico frente a sustancias que el sistema inmunitario reconoce como nocivas (alérgenos), que se presenta en ciertas mascotas.
Las más comunes en los gatos son:
- Alergia por picaduras de pulgas, que se desarrolla en el momento en el que la pulga pica a nuestro gato. Esta se desarrolla cuando la saliva que inyecta la pulga en la piel genera un cuadro de inflamación cutánea. Si un gatito está afectado por esta alergia se va a rascar mucho sobre en la zona afectada, pudiendo observarse pérdida de pelo, que puede extenderse a otras áreas. Además, podrán observarse costras y descamaciones de capas de piel.
- Alergia a los alimentos. Esta se desencadena por algún componente de la dieta al que ese animal particular manifiesta una hipersensibilidad. Que se manifieste, requiere que el animal consuma ese alimento durante un periodo prolongado y en ciertas ocasiones comienza a generarse una reacción alérgica, que puede tener manifestaciones digestivas, cutáneas o ambas. Para probar esto se puede hacer un test restringiendo algunos ingredientes de la dieta hasta descartar cual es el que le da esa reacción y poder evitarlo. Ante la sospecha, el veterinario indicará la dieta adecuada.
- Atopías. El término «atopia», proviene del griego «atopos» que significa enfermedad rara o desconocida y fue introducido en medicina en 1923, para referirse a un estado de hipersensibilidad clínica hereditaria del hombre, que se manifiesta con asma, fiebre del heno o una dermatitis. En los gatos (como en los perros) se presenta con prurito, más que con problemas respiratorios, es por ello que el término «atopia» debería substituirse por el de «dermatitis atópica» en estas especies (Scott, 1981).
- La alergia por contacto: suele presentarse cuando nuestra mascota contacta con el alérgeno, ya sea su comedero o bebedero (por algún tipo de material que ocasiona la alergia), y en consecuencia padece lesiones en su cabeza, cara, labios u hocico. Por eso, es recomendable utilizar comederos de materiales como el vidrio, la cerámica o el acero inoxidable.
- Alergia a los humanos. Esto es un descubrimiento de corta data que indica que algunos gatos son alérgicos al polvo de algunos hogares, al humo de cigarrillos, la caspa y la piel descamada del hombre o su perfume. Por lo tanto, estos factores pueden producirle una inflamación de las vías respiratorias e inclusive conducirlos al asma. No hay que olvidar que uno de cada 200 gatos es asmático.
El síntoma más frecuente de las alergias es el prurito, este término hace referencia al rascado o picazón.
La intensidad de la respuesta alérgica dependerá de varios factores, entre ellos de la cantidad de alérgenos (por ejemplo, en primavera, hay más polen en el ambiente), de la asociación de otras alergias (ejemplo: un paciente alérgico a las pulgas, es probable que también lo sea al polen o algún alimento), la asociación con otras enfermedades puede empeorar el cuadro (Ej: ante enfermedades infecciosas de piel, aumenta el prurito y se rascan más); el calor y el stress también intensifican el rascado.
Algunos gatos pueden padecer de alopecia, que es la pérdida de pelo, en este caso observamos un lavado o lamido excesivo, por lo que su pelo se romperá y estará inflamada su piel. Es frecuente en gatos siameses, birmanos, orientales y abisinios.
¿Se pueden tratar?
Es importante saber que no hay ningún medicamento que cure las alergias, sino que se van a tratar los síntomas. Por lo tanto, es recomendable tomar medidas preventivas como por ejemplo realizar control de pulgas en el ambiente y en el animal durante todo el año.
- Administrar una dieta hipoalergénica.
- Administrar ácidos grasos los cuales tienen efecto antiinflamatorio sobre la piel.
- También existen tratamientos inmunoterápicos que ayudan a reducir la respuesta alérgica.
- Ante la presencia de alguno de los síntomas descriptos recomendamos acudir rápidamente al veterinario.