Las personas nos conectamos con el mundo exterior a través de todos nuestros sentidos, pero dependemos fuertemente de la comunicación verbal. Por su lado, los perros se relacionan de manera sorprendente con su entorno.
En esta nota, compartiremos algunos datos sobre sus sentidos.
El olfato es el sentido más desarrollado de los perros, mientras nosotros contamos con cinco millones de células olfativas, ellos tienen entre 200 y 300 millones. Por eso se entrenan perros para realizar importantes tareas como rescates, control en aeropuertos, etc. Este sentido también les permite reconocer lugares y personas.
En el caso del sentido del gusto, no tiene el mismo desarrollo. Esto se debe a que no cuentan con una gran cantidad de papilas gustativas. Por eso se dice que al momento de comer un alimento el perro se guía más por su olor que por su sabor. En realidad, resulta de una asociación entre ambos.
Si hablamos de la capacidad de oír, todos sabemos que a nuestros perros no se les escapa nada. Es su segundo sentido más desarrollado, gracias a la capacidad de movimiento de sus orejas, como si fueran radares. Pueden percibir frecuencias sonoras hasta 2,5 veces superiores a las que percibe el oído humano. Existen sonidos que ellos pueden captar que para nosotros resultan inaudibles. Esta gran capacidad auditiva es uno de los motivos por los cuales debemos cuidar tanto a nuestros perros de la pirotecnia.
Con respecto a la visión, los perros tienen algunas particularidades. Sus ojos son mucho más sensibles al movimiento que los nuestros, por eso son capaces de detectar un objeto que se mueve a una gran distancia. Pero tienen más dificultades que nosotros para ver de cerca y calcular la profundidad. Todos escuchamos alguna vez que los perros ven en blanco y negro y esto no es así. En realidad, pueden distinguir colores, pero menos y en una paleta diferente que los seres humanos.
Para finalizar este recorrido por los sentidos de los perros, nos falta el tacto. Sin dudas, es un sentido muy importante en sus vidas. Tienen receptores en toda la piel que perciben frío, calor, dolor. Además, los pelos largos del hocico, el mentón y los ojos son también sensibles al tacto.
Sin duda el desarrollo extraordinario de sus sentidos nos genera una gran curiosidad y admiración.